(Ésta es una vomitada de sentimientos sobre la película libre de spoilers)
Leí el primer libro de The Hunger Games como muchos, para saber de qué demonios estaba hablando todo el mundo, matarme la curiosidad y tener algo que opinar cuando empezaban sus debates.
The Hunger Games es el tipo de literatura que te atrapa y que no te deja ir a dormir sin la sensación de "debí leer un capítulo más". Como pieza literaria es rica en el cuidado del detalle, sacrifica el avance de la historia en el afán de describirlo todo, colores, olores, sentimientos, sensaciones, para no dejarte poner un pie en la siguiente escena hasta que le diste vida a la anterior.
Éste es uno de esos libros que no dudas que pueda convertirse en una gran película sin mucho esfuerzo, por la solidez y hasta cierto punto originalidad de la historia y el enorme potencial visual que una producción cinematográfica puede explotar para incluso superar a la imaginación misma
Aciertos:
- El guión fluye, pese a ser una película larga, no es tediosa ni en ningún momento se siente que hay tiempos muertos, no toma a la historia de amor como punto central atonta adolescentes, ni hace uso de comedia forzada para romper la tensión.
- Los colores de La Capital, la moda, la magnificencia, los absurdos y ostentosos decorados, la perpetua impresión de lavado de cerebro y pérdida de la realidad de sus habitantes (o tal vez sólo conciencia de su propia realidad).
- El vestuario y maquillaje, en especial la apariencia de Katniss en los eventos oficiales, donde convergen en armonía el lujo de las telas, la delicadeza de las formas y la simpleza de su belleza natural.
- El elenco, una bastante buena selección de actores y un ensamble bien logrado a cuadro. Todos, a excepción tal vez sólo de Kravitz, tienen una apariencia fiel a la descripción de los libros.
- Stanley Tucci (enough said).
Desaciertos
Uno de los grandes problemas que siempre habrá con este tipo de cintas, es que motor principal es el negocio, y eso se traduce en clasificaciones que abran el rango de edades lo más posible, por default bajando el tope a la violencia, un asunto que no debería ponerse en discusión hablando de una historia cuyo tema central es la lucha a muerte.
The Hunger Games, no sólo es una historia de violencia física, es una historia de violencia emocional, cosa que aquí tocan de forma tan superficial que resulta muy difícil hacer conexión con el sufrimiento de los personajes. Los juegos del hambre hablan de eso, hambre, hambre de alimentos, hambre de libertad, hambre de seguridad, hambre de revolución, hambre de vida, hambre simplemente de ser reconocidos como seres humanos.
Sí, vemos un par de partidas de madre (excuse my french), de heridas feas y aparentemente dolorosas, pero ¿y el hambre? ¿Y el miedo? Qué digo miedo, el terror, el pánico de no poder cerrar los ojos para parpadear sabiendo que puede ser el fin.
Hasta cierto punto resulta muy interesante el peso que le dieron a ver las cosas del lado de La Capital, como un reality show más, un circo, como animales de pelea en un ruedo a los que se les mete el pie simplemente porque pueden hacerlo. Pero no siento que tuviera la misma fuerza la perspectiva del lado de los sometidos, si bien rara vez la película puede superar al libro, no era tan difícil esforzarse más en proyectar la tensión, el estrés, la crudeza, la opresión, el hambre.
Se perdonan y justifican los ajustes de la adaptación pero sí duele restarle fuerza al simbolismo del mockingjay y la manera tan vaga con la que se muestra la vida en el Distrito 12, y la naturaleza de los sentimientos de Katniss hacia Gale y Peeta, siendo que serán puntos no sólo importantes sino determinantes en los sucesos de las siguientes películas.
En resumen, absolutamente recomendable para público en general, es la clase de historia que tiene todo para funcionar como fenómeno cinematográfico, aunque para mi gusto y necesidad de profundidad y detalle, sería perfecta como miniserie. En general no será una decepción fatal para los fans del libro, más habiendo experimentado a Panem a través de las letras seguramente los dejará con hambre de más, de mucho más.