Hoy recuperé la credencial de elector que extravié hace dos semanas. En realidad, fue hasta que la tuve en mis manos que me percaté de que la había perdido, y me pareció gracioso imaginarme después volteando el cuarto patas pa' abajo en un intento inútil por encontrarla dónde había olvidado que sabía que no estaba.
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Me la entregó la recepcionista, de esas que a veces parecieran sacadas de las telenovelas de Televisa; joven, de expresión emprendedora, cabello en tintura de oro, enormes ojos con largas pestañas, maquillaje y dicción impecable, un monumento haciendo honor a la solemne fachada del edificio.
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La recibí agradeciendo el que la hubiése guardado. Ella se limitó a decir que no había problema mostrando una sonrisa infinitamente más sincera a la que usó la vez que olvidé recoger la credencial, cuando estaba rodeada de "simpáticos tipos" haciendo bromas mientras regresaban sus gafetes.
5 comentarios:
que amable, cómprale unos ferrero jajajajaja, naaaaaaaaaah!
¿vendrá con Ken incluido?
fan de marisol hasta el fin del mundo.
Teledro que se p*dra
y era bien pobre antes y sus papas se murieron en un tragico accidente, fue criada por sus abuelos hasta el dia en el que conocio un joven hijo de un empresario exitoso por lo que decidio superarse y conquistarlo, y muy pronto lo lograra?
que flojera tener que volver a hacer filas y esas cosas.
que bien que te la regresaron.
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