Seguramente no se preguntarán mis decenas de lectores por qué no he posteado con mi actual y raquítica frecuencia (pero frecuencia al fin) de una vez por semana. Pues resulta ser que mi desparición de la interné no se debe esta vez a mi notoria y característica apatía hacia al resto de mis congéres, sino a que mi gran amor google se ha vuelto en mi contra.
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Por razones que desconozco en mi trabajo hay problemas para acceder (si, acceder, recordemos que el verbo accesar chicos y chicas simplemente no existe, pregúntenle al pequeño, sabiduría pura). El punto es que no podemos visualizar ningún servicio de básico de Google, y mucho menos aquellos que impliquen hacer uso de alguna de sus cuentas.
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Entonces, es en este momento en el que la dependencia que he creado hacia él se hace evidente, de tal forma que siento que ya no tengo internet con el hecho de tener que utilizar otro buscador, no poder entrar a mi correo y por supuesto no postear ni hacer comentarios con mi cuenta de Blogger (paranóicos olvídenme), si puedo leer blogs, sólo que sin el Reader no recuerdo más allá de las direcciones obvias.
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Y ahora resulta que me ha invadido la necesidad de querer postear, cuando hace meses que dejé de hacerlo con nato gusto, mandar correos, cuando rara vez me digno a escribirlos y a duras penas respondo a los mensajes de los incautos que tienen la delicadeza de acordarse de mí, y tantas otras cosas que de buenas a primeras se han convertido vitales.
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Dado que en casa hace mucho que dejé de tener computadora y la de mi hermana está tan viruleada que da miedo acercársele, mi desaparición de la mugrósfera (como alguién alguna vez dijo) parece ser inminente.
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Y hablando de eso,. felicidades al hombre misterio que mañana cumple
2? años, ya no hay respeto!!
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