2009

Empezó con un pastel un 10 de mayo, y terminó con una gelatina un 31 de diciembre, que obstinado mi afán de llegar e irme con un halo de celebración que nada tiene que ver con mi presencia o el menos mi anunciada ausencia.

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Como dijo Sara - I have nothing to do tomorrow, nothing to dooooo - y para mi beneplácito, los planes se extienden por tiempo indefinido tras la decisión de renunciar a mi trabajo.

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Los chiflidos y sombrerazos no se hicieron esperar conforme la noticia fue desperdigándose, por lo que, apreciado lector, he aquí el compendio de FAQ de los últimos días, ¿qué no le interesa?, lo siento pero es tarde, ahora ya está demasiado involucrado (Nótese que he vuelto a leer a Lemony Snicket).

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FAQ

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1. ¿A dónde vas después de este trabajo?

A mi casa.

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2. ¿Te hicieron uns mejor oferta laboral?

No.

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3. Pero, ¿tienes alguna oferta laboral?

No.

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4. Pero, ¿vas a trabajar en algo?

Claro, eventualmente.

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5. ¿Pero en qué vas a trabajar?

No lo se.

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6. ¿Y las deudas? ¿Tu carro?

No tengo hijos, ni esposo, ni esposa, ni casa, ni familiares enfermos. Tengo lo suficiente para terminar de pagar el carro, seguir ayudando a mi familia y darme mis gustos por aproximadamente unos 10 meses (Chicos, no hay que ser amarrados pero hay que saber ahorrar).

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7. ¿Te vas a casar?

No.

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8. ¿No estarás esperando un hijo y por eso te quieres casar?

Que no hay hijos en camino y que no me caso.

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9. ¿Pero estás loca? ¿Y la crisis?

¿Cuál crisis? El pais ha estado en crisis por años, y sinceramente me preocupa más la crisis espiritual que la económica, y es por eso que estoy renunciando.

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10. ¿Por qué renuncias?

Porque estoy cansada. Porque estoy enferma. Porque soy infeliz. Y porque estoy cansada de ser infeliz y estar enferma.

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Mi trabajo me trajo muchas, muchísimas satisfacciones, del tipo que estoy segura que sólo algunos cuantos de los que pertenecemos este medio, hemos sido afortunados de experimentar en tan poco tiempo, en tal magnitud y de forma tan directa.

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Aprendí incontables cosas a nivel laboral, desempeñando tres puestos que poco o más bien nada tenían que ver con el tipo de tareas para las que me preparó la escuela. Hice amigos (y conociéndome eso ya es mucho decir). Crecí como profesional, pero me desgasté como persona.

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Después de ser la loca que deja su gran empleo, pasé a ser la persona valiente, que se atrave a intercambiar las comodidades por la incertidumbre. La que es lo suficientemente inteligente o tal vez estúpida, para asumir que no sabe a dónde quiere ir, pero que con la única certeza de ya no querer estar aquí, es capar de cerrar la puerta a su espalda y volver a poner un pie en el mundo.

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Gracias a todos lo que suben y bajan del barco, que tengan un gran año. Los quiero.