Mi carro está medio enfermo así es que se fue al taller. Esta mañana vine al trabajo en el carro de mi hermana. A la una de la tarde me tocaba hora de comida, de modo que salí, pero oh sorpresa el carro no quiso encender.
Un par de minutos después pienso, de aquí a que le pasen corriente y demás, va a pasar mucho tiempo, así es que mejor voy a comer a casa de mi abuela (está como a 8 minutos a pie) y que alguien me de raite de regreso.
Camino bajo el sol y pienso: odio manejar carros ajenos, odio manejar carros ajenos y descomponerlos, odio manejar carros ajenos y chocarlos (neta, esto último no ha pasado en un par de años).
Llego a casa de mi abuela, no está. Pero pienso, que importa, en el llavero de mi casa tengo llaves de la casa de mi abuela, y en eso un flashback, me veo a mi misma dejando las llaves en el carro, diciendo "para que las ocupo, no voy a mi casa". Decido buscar dónde comer.
Camino otros 10 minutos, no hay lugares donde pueda comer (máldita sociedad carnívora). De repente, encuentro. Abro mi cartera y genial, sólo traigo un billete de 500 (no es que sea pudiente, me acababan de pagar). Como pude junté en monedas quince pesos y acabé por comprarme un pan y una soda.
Minutos después, regreso al trabajo, muriendo del ardor por el sol. Llego, y nada más por torturarme me acerco al carro. Lo abro, pongo la llave, mágicamente enciende. Me da un ataque de risa en el estacionamiento. Entro al edificio y pienso, esto sólo me pasa a mí.
Mensaje para pOlo:
"Hoy pudo haber sido un buen día para La Piedra"