Sé que lo más sano en ese momento es la separación, sin embargo, no estoy totalmente de acuerdo en los términos. Como sea, es mi decisión y no doy oportunidad de réplica.
En los días siguientes, no puedo evitar esporádicamente pensar cómo sería si no nos hubiésemos separado, aunque después de todo, me encontraba en paz.
De la nada, exactamente un mes después, suena el teléfono, identifico el número y no sé qué sentir, no sé que pensar. Acepto vernos, cómo decir que no.
Pasan un par de horas, de camino a la cita, no puedo dejar de recordar los buenos tiempos, quiero volver, deseo como nunca que volvamos a estar juntos. Pero, cómo decirlo, cómo levantar la mirada, aclarar la voz y admitir que es algo que necesito, cómo decir –lo siento, quiero volver-.
Empiezan a asaltarme las dudas, tal vez ya he sido reemplazada, o tal vez, el sentimiento que ahora me embarga, no es siquiera recíproco.
Llego y al observar la escena, me doy cuenta que las cosas han cambiado, y me invade el miedo. Siento más que nunca tristeza al verme fuera, al ser una extraña en algo que por tanto tiempo fue mío.
Con un nudo en el estómago, estando casi segura de recibir una negativa, pronuncio las palabras, -¿puedo volver? Tras un silencio, y disfrutar el aire de nuevo, estoy de vuelta, aunque me gusta pensar que nunca me he ido.
En los días siguientes, no puedo evitar esporádicamente pensar cómo sería si no nos hubiésemos separado, aunque después de todo, me encontraba en paz.
De la nada, exactamente un mes después, suena el teléfono, identifico el número y no sé qué sentir, no sé que pensar. Acepto vernos, cómo decir que no.
Pasan un par de horas, de camino a la cita, no puedo dejar de recordar los buenos tiempos, quiero volver, deseo como nunca que volvamos a estar juntos. Pero, cómo decirlo, cómo levantar la mirada, aclarar la voz y admitir que es algo que necesito, cómo decir –lo siento, quiero volver-.
Empiezan a asaltarme las dudas, tal vez ya he sido reemplazada, o tal vez, el sentimiento que ahora me embarga, no es siquiera recíproco.
Llego y al observar la escena, me doy cuenta que las cosas han cambiado, y me invade el miedo. Siento más que nunca tristeza al verme fuera, al ser una extraña en algo que por tanto tiempo fue mío.
Con un nudo en el estómago, estando casi segura de recibir una negativa, pronuncio las palabras, -¿puedo volver? Tras un silencio, y disfrutar el aire de nuevo, estoy de vuelta, aunque me gusta pensar que nunca me he ido.
Gracias D’Vintage*, los quiero
Qué querían, soy una Diva, jaja.
* A mis visitantes: D’Vintage es el grupo de rock al que pertenezco, me fui por un rato, pero ahora que regresé, agradecería me sugieran rolas de rock clásico que pueda yo cantar.
9 comentarios:
canta Bizarre Love Triangle de New Order, hay un cover de ella, que no recuerdo el nombre de la banda que lo hace, canta una chica y se oye hermoso, te va.
la banda que digo es: FRENTE!
Que bueno que regreses, definitivamente hace falta esa voz!!!
..bleeeh... jajaja
aahh feliz post : )
saludos !
So sweet!
Y por cierto, cantas muy chilo... me agrada bastante tu "color de voz" (léase como juez de "La Nacademia")
Jajaja, gracias Fer
Woohoo! Marisol ha vuelto! Crees que les haga falta una violinista irresponsable, incumplida, poco menos que mediocre, pero a veces pseudo-agradable?
Jajaja, Gilda, regresaaaaa!
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