lunes, abril 03, 2006

Tengo ganas de verte. No lo había dicho porque mis palabras no acostumbran a estar ligadas a mis acciones los últimos días; tampoco he pretendido que sea de otro modo.

Y me quedé pensando, tengo ganas de verte pero no de hablarte, otras cosas que no tienen forzosamente que ir en par. No es que no quiera marcar tu teléfono y decirte que quiero verte, lo he hecho otras veces, somos amigos, ¿por qué ésta habría de ser distinta?

El punto no es marcar el teléfono, enviarte un correo o un mensaje al celular diciendo que quiero verte. El problema es que sólo quiero verte, no siento en realidad la necesidad de compartir una conversación, no es que no me quisiese platicar, por supuesto que es de las cosas que más disfruto, es simplemente que sólo tengo ganas de verte.

Entonces, me pregunto si sonaría extraño decir, que tengo ganas de verte, que no es necesario que conversemos, sólo que estés ahí, que de hablar, estaría dispuesta a escucharte de la forma en la que lo hago siempre, por ser, no por estar.
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Y de cuando acá me preocupo por lo extraño que las cosas que digo suenan o dejan de sonar.

Es cierto, al demonio, tan sencillo como decir tengo ganas de verte.

5 comentarios:

marisol dijo...

Tan sencillo como fue retractarme y decirte que tengo ganas de que hablemos.

Ana dijo...

porq se extrana?,porq se siente esa necesidad de algo?> ver,hablar es basico,necesarios?.miradas q lo dicen todo/ como? Como se manda al demonio?,existen las casualidades o todo esta en ti? (o.0)

Marcos Legaspi dijo...

lo mejor es cuando te sucede eso, que tienes ganas de ver a esa persona, y en la noche recibes una llamada de ella... genial!

el memo dijo...

CREEME me lo han dicho MIIILL veces y.... se siente MUY BIEN para amobos!!!


MORALEJA:
hableleeeeee (comercial cagado de IUSACEL)

Brizza Ortiz dijo...

Es como una opresión en el pecho o un hueco en el estomago.... a mí personalmente su me revuelve el estómago cuando extraño... es algo raro, medio rico medio amargo..