Computodólogos del mal parte I

Es mi segundo día de vacaciones y temo que apesta. Acabo de despertar y estoy en la sala comiendo pizza y bebiendo gaseosa ^_^ cual adolescente en vacaciones o soltero desempleado, sin ser ninguno de los dos, tratando de averiguar como poner acentos en la laptop de mi hermana que en este momento uso de contrabando.

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Reconsiderando que acaba de ocurrirseme cambiar la tematica del post, consideraré renombrarlo.

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La semana pasada fui con mi tío doctor a consulta, y me pasó eso que tanto molesta y que es cada vez más recurrente. Pues que como la marisol estudió computacion, ella debe poder resolver el problemita que trae la computadora.

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No me dejarán mentir mis colegas que no importando si estás cursando el segundo semestre de la carrera o tengas un doctorado en sistemas y telecomunicaciones (conozco a uno que otro), nunca falta el tío, el vecino, y demás ramificaciones familiares con la creencia de que uno es capaz de resolver cualquier eventualidad relacionada con un equipo de cómputo; lo que usualmente termina en una buena formateada.

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Lo que me llevó a pensar que tan acosados resultan las demás personas respecto al oficio al que están entregados y la munga que también ha de ser para ellos el verse acribillados con preguntas. He de admitir que he pedido asesoria extra oficial a psicólogos, diseñadores gráficos, abogados y policías, siendo con el exclusivo afán de precisamente eso, asesorareme con el experto, a diferencia de otros, jamás esperando el que proporcionen o siquiera sugieran una solución.

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Finalmente traté de imaginar las asesorías o favorcitos de los que pudieran ser objeto personas con otros oficios como embalsamadores y anexos, pero el haber encontrado cómo poner acentos y el final de la pizza me cortó la inspiracion. Así que adeiu.