Un Serafo

No recuerdo con exactitud cuando nos conocimos, posiblemente a finales del 2000 ó principios del 2001. En aquella época yo no tenía mucho que hacer después de clases y la onda era andar vagando por la internet hasta que fuera hora decente de empezar a hacer tareas.

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No estando tan contaminada con cuestiones como el myspace, hi5 y demás portales para hacer contactos, en alguna ocasión hice un profile en una de tantas páginas que hizo bien en desaparecer y de la que ya ahora no puedo recordar siquiera el nombre.

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Una de esas tardes apareció un mensaje de un tal Serafo, diciendo que su amiga Iris había visto mi profile y que le había propuesto que me escribiera pues pensó que nos llevaríamos bien.

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No recuerdo la cantidad de mensajes que nos envíamos ahí para pasar después al correo . Rara vez chateamos, yo poco aficionada al messenger y él usualmente apresurado.

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Como en cualquier relación usual, me contaba sobre sus amigos, sus estudios en Comunicación, los esporádicos trabajos y proyectos a futuro. Gran amante del cine y la buena música, me divertía con sus anécdotas, tan diversas como los lugares desde los cuales enchufaba su teclado pasando por Plueba, Tlaxcala, el Estado de México y hasta Italia, desde donde me envió una postal mientras estuvo de intercambio.

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Hace un par de años que dejamos de escribirnos con la frecuencia antes acostumbrada. Casi todos los correos se extraviaron por mi constante cambio de cuenta. No obstante de repente nos hacemos aparecer para saludar y compartir las nuevas, además de la sin falta respectiva felicitación de cumpleaños difícil de olvidar por tener un día de diferencia entre ambos.

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Cuando me topé a Teco en Cholula, me comentó que lo conocía y que aunque su relación no era tan cercana sino a través de amigos en común, aseguró que el Serafo era buen pez. Tal vez un día de estos las letras no se muden solas para comprobarlo en persona.

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Un enorme abrazo para usted ente mágico, de su amiga la wicca feliz.