Si tuviera que elegir una palabra para describirlo, tendría que ser esa, maravilloso. El lugar pequeño e ideal, posiblemente un máximo de cien personas. La banda, como si nada paseándose, coreando disimuladamente las canciones de los teloneros, esperando, como lo hacía cualquier otro.
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El escenario discreto e íntimo. La audiencia a escasos 20 centímetros de la tarima. Luces al mínimo y una acústica apenas mejorable.
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La música deliciosa, el oído embriagándose de cada uno de los sonidos. De las pocas veces que piensas que cada nota es la única y que la inclusión o la eliminación de algún elemento podría romper la burbuja de perfección casi utópica.
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Garron más adolescente de lo que aparentaba, pero por demás talentoso. Weston guapísimo y completamente encantador. Chauntelle sorprendentemente mucho más bonita que sus hermanas. Stacy milímetro a milímetro totalmente una estrella. Y Sherri Dupree, oh Sherri Dupree. La única vez que sinceramente he pensado, ojalá que esto no tuviese final.
3 comentarios:
me gustó como finalizaste, lamentablemente nada es eterno, pero pa' eso tenemos memoria (por ahora) pa' recordar y volver a vivir.
que envidia
ah y por que coños no invitò?
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